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Enamorado de un drogadicto

Di click a la imagen. Había algo en ella que me resultaba más que familiar. Al ver que la imagen se abría sin restricciones, algo dentro de mí me decía que encontraría algo que no me iba a gustar. Como siempre debí hacerle caso a mi instinto y en cambio preferí continuar. Efectivamente era quien me imaginaba, un amigo de mi ex pareja recostado en un sillón rojo sobre un muro blanco, mismo sillón en el que tantas veces me recosté a ver la televisión abrazado a la persona que más había querido en mi vida. El individuo estaba dormido, lo fotografiaron al parecer desde el otro sillón, perdido en un largo letargo que para la información que he visto con mis propios ojos a puesto mi vida que se encontraba completamente drogado.
Efectivamente Rafa no me importa pero algo extraño se hinchaba dentro de mi pecho c
omo cuando uno esta apunto de sumergirse en agua fría.
Di click para ver las fotografías siguientes, había más de ese departamento que casi conocí en su totalidad, a excepción de una recámara a la cual jamás entre y ala que solo le di alguno que otro vistazo. Pasaron cerca de tres fotografías y entonces lo vi. Estaba de espalda, su cabello le había crecido y aunque en la fotografía no podía apreciar si aun traía el cabello de color verde sabía que esa era su cabeza. Lo miré unos segundos, quizá esperando que la fotografía fuera de frente, fueron solo unos segundo, quizá mas de unas decenas de segundos, no lo sé. Seguí de fisgón, como un vigilante al acecho, sumergido en los álbumes de fotografías de un facebook de una persona a la que no conocía. Era al parecer de una chica que la verdad no sé quien es. Seguí observando y me di cuenta que esta chica esta tan familiarizada en ese lugar como yo lo estuve. La observe ta
n natural recostada en el sillón donde me recostaba, sentada mirando la pantalla de plasma que también yo miraba, dejando ceniza en la mesita con ruedas donde siempre estaba el cenicero. Sentí celoso lo confieso, como una desconocida de pronto que en solo unas semanas parecía apropiarse de los lugares que me traían tanto recuerdos. Había más gente, gente nueva que no conocía, y lo mismo, todos en el mismo lugar como si fuera suyo y yo lo hubiera perdido.
Con forme fui pasando
las fotografías sentí ese frío helado que aceleraba mi corazón, una horrible mueca retorcía mi rostro y los suspiros ahogados arremolinándose en mi garganta.
Ahí estaba él, si de frente, caminando descalzo, platicando como si no me extrañara, continuando su vida sin ninguna atadura a ningún recuerdo, lo vi en un extremo close up qué, fumando mota? ¿Aspirando coca? Mis ojos se llenaron de lágrimas, lo vi en fotos consecutivas, él no era el protagonista, pero estaba ahí, había gente por todos lados, con las caras drogadas riéndose de todo y
de nada, lo vi más a delante aspirando de su bong. Sentado en el sillón de su dealer con la cara mas drogada que jamás le había visto. Es verdad, lo había visto tantas veces fumar mariguana y siempre lucía como si nada, incluso cuando decía que se encontraba hasta la madre, en él no se notaba jamás. Quizá por eso mismo nunca me forcé a pensar que el fuera un drogadicto, que quizá era solo por diversión que era algo pasajero, qué se yo. Pero esa imagen en la que por primera vez se le ve viajadísimo me destrozo por dentro, él quien estando hasta la madre nunca se veía tan mal se veía más que perdido. Eso me partió en dos.
Él se limitó cuando estábamos juntos, hubo momentos en los que estando conmigo no fumaba su hierba, decía que lo relajaba que lo tranquilizaba, yo a regañadientes lo aceptaba.
La última vez que lo vi en persona, los últimos minutos que estuvimos juntos mientras caminábamos hacia la estación del metro Bellas Artes, le dije para romper el terrible silencio entre ambos. Solo te pido una cosa, le dije, ya no te drogues por favor, de verdad. Él me dijo de la forma más tranquila y normal. No te preocupes, yo no soy como todos, todos los drogadictos lo hacen por pendejos, por que quieren evadir su mundo o su dolor, yo no lo hago por eso, solo por diversión en realidad no necesito droga para tener una vida normal.
Guarde silencio, no quería discutir con él en eso últimos momentos en que aparentemente estábamos bien y nuestra ruptura quedaba en buenos términos. La verdad no pude hacerlo y entonces tras un breve silencio le dije. Por eso mismo, tú no necesitas la droga, lo tienes todo y en verdad que no la requieres.
No sé si quiso decir algo o no supo responder, o si al igual que yo prefirió no extender el tema, en estos momentos ya no sé nada y no podría asegurar absolutamente nada sobre él. Entonces entramos al metro, ya no habíamos hablado más, cruce los torniquetes sin esperar si él traía su boleto o no. Nos miramos, yo me sentía muy mal y estaba por empezar a llorar. Él notó, nos dimos un abrazo que pretendía ser muy fuerte y me dijo al oído, "no llores, no me gusta verte así" Al momento de separarnos me dio un beso rápido que no correspondí. Bajé la mirada, no quería verlo, me di la media vuelta y no mire atrás tratando de no ahogarme con mi respiración. Ese fue nuestro último adiós y en adelante no volví a verlo.
Hasta verlo en un álbum fotográfico completamente drogado. Hacía solo unos minutos, 30, 40 quizá que una amiga en común que me había dicho que él estuvo enfermo y que, curiosamente en el mismo tiempo en el que yo también me encontraba muy, muy mal de una infección en dos muelas. No dije, no lo hice exterior, pero pensé incluso en ponerme en contacto con él para ver que estuviera bien. A mi me hubiera gustado que él hiciera lo mismo por mi, claro no lo hizo, no puedo esperar mucho de él aunque en el fondo siempre había un esperanza.
Entre en un shock, estaba más de impresionado decepcionado, sentí una puñalada muy fuerte en mi corazón y sentí como si me lo arrancaran dentro y se hundiera entre mis vísceras. Pasé a un siguiente álbum ya sin miedo, solo con la intención de terminar y acelerar mi muerte más pronto. No puedo asegurar que fueran las imagen es de una sola fiesta pues él estaba ahí, en su casa en varias imagen es en las mismas circunstancias, nada raro para mi. Y es que ¿cuantas veces lo vi fumar droga diario? ¿Cuantas veces el único tema de conversación fue las pendejadas que suceden entre sus amigos estando drogados? ¿Cuantas veces el único tema de conversión sobre sus vacaciones fue que con sus amigos asistió a un antro y se puso hasta la madre y luego salió al otro día a otro y se puso hasta la madre y el fin de semana hasta la madre y luego en casa de fulana y hasta la madre y luego en la de zutano y hasta la madre? ¿Debía sorprenderme? La respuesta sería ridícula si dijera que sí. ¿Que sucedía entonces en mi?
Terminamos hace solo semanas, por estos días apenas se cumplirán dos meses apenas y durante este tiempo he tratado de sacarme de la mente que pudiéramos regresar. Ese era el trato, cuando acordamos que no podríamos seguir en contacto y sería lo mejor terminar en definitiva y, que según él, eventualmente estaremos juntos, todos eso días había tratado de no pensar ya en nuestra relación, dejar todo en buenos términos, guardar lo mejor de lo mejor de nuestros recuerdos juntos y reencontrarnos en un futuro. Entonces todo esto termino de arrancarme el sentimiento, vista mi relación desde lejos observe sin el enamoramiento mi realidad, él es un drogadicto que tiene una preferencia por el desmadre por encima de su propia salud y de su relación de pareja. Por meses batallamos con un problema simple de salud que minó nuestra relación, para cuando él, tras yo obligarlo a hacerse los análisis y asistir al médico, reanudamos nuestra vida sexual de forma hueca, sin pasión y con una fractura en la relación que yo ya no pude tolerar. En cambió durante ese tiempo que estuvo enfermo y que nuestra relación se cuarteaba, como él mismo decía, iba a seguir adelante con su vida y una piedra en el riñón no iba a dejar de hacer las cosas que habitualmente hacía. Por supuesto, cada fiesta, cada ocasión de juntarse a fumar mota en compañía, solo ya lo hacía, no era obstáculo, solo aplazaba el mejorara su salud. Él y yo tuvimos muchos problemas por eso, por que siempre aplazaba las cosas para recuperarse y siempre eran aplazamientos que tenían algo que ver con alguna fiesta o que tuviera que ver con ponerse hasta la madre. Al final, claro el culpable de nuestra ruptura fui yo, por que no pude más, por que reclamaba que no tuviéramos sexo por que el estaba enfermo para hacerlo pero no estaba lo suficiente enfermo para drogarse, por que no era para tanto la piedra para hacerse los análisis e ir al médico y ya lo haría la siguiente semana "te lo prometo" a no ser que hubiera algún Rave y entonces puede esperar otra semana más.
Incluso me sorprendí cuando tras una semana de haber roto nos vimos de nuevo para hablar en persona. Yo quería regresar con él, intentarlo de nuevo y entre los dos mejorar las cosas, quizá no ser novios tan de inmediato pero arreglar la situación de nuestra relación para que pudiéramos regresar en un lapso corto pero HACIENDO LAS COSAS BIEN ENTRE LOS DOS.
Él dijo que no. que quería tiempo, él cuando era quien no quería que termináramos. Que quería iniciar de cero y eso significaba que no nos viéramos ni habláramos ni estuviéramos en contacto pero en vista que yo quería seguirlo viendo nos podríamos ver una o dos veces y si seguíamos en contacto vía Messenger no hablaríamos diario e incluso algunas veces ni lo vería conectado. Por que él quería olvidarse de esas cosas malas, que yo hice, y que los últimos meses, fueron horribles supongo por mi culpa de insistir le y enojarme de su falta de criterio, y por que el se iría a Monterrey y no quería que yo sufriera lo que sufría cuando se fue a pasar navidad y no regreso hasta principios de febrero y en el mismo tiempo que nunca supe y el no sabía cuando regresaría. Por supuesto ahí también el culpable de extrañarlo era yo, por que el estaba allá y el que se desesperaba era yo. Claro, como yo un día no pude más y tras cancelarme tres veces la ocasión en la que nos sentaríamos a hablar y a planear bien como íbamos a arreglar nuestra fractura y todos nuestros problemas incluido la falta de pasión en nuestra intimidad, sencillamente me dice que saldría de nuevo con sus amigos esos que solo estaban con él para drogarse y ponerse hasta la madre.
¿Que debo pensar? no quería hacerlo. Y así muy cobardemente tomé la decisión de que ya nuestra relación se había terminado. Le escribí una carta, una más, en realidad la tercera, en una anterior le planteé el terminar y el no quiso y me prometió que las cosas cambiarían y serían diferente las cosas. Obviamente creí. En esta tercera carta ya no le di opción. Le explique todas esas cosas que ya le había explicado en persona, le renombre de nuevo lo mismo y asumí que era el fin de nuestra relación. Él creo que ese sábado ni se enteró, supongo se drogó y se puso hasta la madre y se enteró hasta el siguiente día que habíamos terminado cuando leyó mi carta y vio que el facebook decía que entre Borrego y Varcol han dejado de tener una relación. Fui cobarde, lo acepto, lo termine por mail por que en verdad ya no podía aguantar más, había intentado hacerlo y siempre creí en las promesas que me daba. A la semana, un sábado después de escribir mi carta nos vimos en persona para hablar. Me dijo que me quería, que quería estar conmigo que estaríamos juntos y varias cosas más. Luego me expulsó de su vida, quería tiempo para no guardarme rencor y se iría de vacaciones y para cuando él estuviera de regreso veríamos que sucedía con nuestras vidas.
¿Que debía hacer, esperarlo? Nunca he tenido miedo a cagarla, siempre espero no cagar demasiado las cosas y luego veo como arreglar las cosas y a afrontar las consecuencias de mis actos. Yo decidí terminar y si él no quería regresar conmigo lo afrontaba, pero decir que eventualmente era seguir encadenado, esperando algo que quizá llegue que quizá no llegue jamás. Él me miró a los ojos me dio un beso en los labios y me dijo: "tu no te preocupes, tu y yo estaremos juntos, te lo prometo" ¿Debía seguir creyendo? Par mi fue mejor lo definitivo, que en el momento en que nos despidiéramos se acaba sin ninguna ilusión nuestra relación, que no esperaría a Septiembre y que si conocía a alguien no me limitaría. Extrañamente él estaba de acuerdo. No sé, a mi me pareció contradictorio.
¿De verdad uno deja ir así como así lo que de verdad desea y quiere o solo fue una retorica?
Entonces al ver esas fotografías entendí con la cabeza ya fría todo. No esperaba que me llorara o que me hiciera caso y dejara de drogarse. Inocentemente esperaba que quizá mi sugerencia fuera importante en él y dejara poco a poco de fumar solo por aburrimiento. En cambio una oleada de asco subió por mi garganta, nunca había experimentado efectos físicos tras una impresión. Me llene de lágrimas y de nauseas. Me sentí tan débil y lastimado, herido. Me sentí un asco. ¿Era eso a lo único que podía aspirar en mi vida amorosa, a estar con un drogadicto cuyo único interés es drogarse y ponerse hasta la madre y tener a alguien a quien decirle te quiero y no arriesgar nada más? ¿Era yo tan poca cosa para esperar a alguien que no pretendía ningún compromiso más que con sus vicios? ¿Me sentía en verdad tan solo como para estar con alguien que lo mismo le daba si yo estaba como si no? Las fotografías me mostraban como se curaba en salud. Así como el decía que una piedra en el riñón no le iba a impedir seguir con su vida, pues estuviera o no estuviera yo en su vida no iba a impedir que continuara haciendo lo que literal mente en su vida: drogarse.
Quería gritar, lo hice en silencio escribiendo en facebook, es increíble como se encuentran nuevas formas de desahogarse. Y mientras mi misma amiga trataba de tranquilizarme sus palabras más que ayudarme me lastimaban más. "Estarás mejor, es alguien que no te merece, uno se enamora de quien lo conviene, el no supo apreciarte" y cosas típicas que uno dice en ese tipo de situación, lo sé por que es lo que yo también lo digo, y peor, son las cosas que ya las sé. Lo superaras. También lo sé. Encontraras a alguien que te valore. Eso también lo quiero creer. En cambio algo negro, como una mancha negra de tinta se expande en un vaso de agua transparente, me inundó una extraña ira y una terrible rabia.
¿Como había sido tan imbécil de no ver a mi alrededor? ¿Si sabía que tanto era necesaria la droga para él, por que esperaba lo contrario? Todo recuerdo bueno se nubló. El asco aumentó. Crudamente vi una realidad que no veía o no pretendía ver tras el velo del amor. Al ver esas imágenes recientes de el hasta la madre, me recordaba que no eran las únicas, acaso no la mayoría de las fotografías de su facebook, Myspace y etcétera iguales, fotos en las que había sido etiquetado fumado o riéndose como imbécil por que estaba hasta la madre. El día que nos conocimos lo más relevante que me dijo había sido que " en mi casa podrá no haber leche pero mariguana nunca faltara" Nuevamente regresó como un eco del pasado a mis oídos. Me sentí tan inocente, tan imbécil, el ser mas pendejo del universo. Tan ciego, tan engañado por si mismo. El castigo no era para con él, él qué, ¿se puede juzgar al drogadicto de su adicción? Qué creía yo, ¿que cambiaría? la verdad no, pero había un dejo de eso en mi interior, por muchos meses me justifique era joven que era cosa de la edad.
Verlo drogado en las imágenes me daban asco, yo mismo me di asco de ver mi realidad. Me sentí un estorbo en su vida si lo que deseaba era drogarse hasta morirse, ¿fue por eso que siempre no quiso que regresáramos?
Mi amiga seguía tratando de tranquilizarme entonces trató de cambiar de táctica: "yo le pregunté" me dijo ella "por que te enfermaste tan feo y el me dijo pues no sé todo empezó de repente pero como no si te das el pason de tu vida" Gran error, eso me demostró todo. El pason de su vida. Lo admito, lo pensé Por que no se quedo en ese pason. Terminé violento herido como un perro, decepcionado y agresivo. Quería que se muriera. Nunca en toda mi vida me atreví a desearle la muerte a nadie, nunca a ninguna persona que fuera mi ex le dese algo malo, de todos guardo un bello recuerdo y me quede con lo mejor. Siempre fui la persona que saca y ve el lado más positivo de las cosas. Ver esas imágenes que no eran nada nuevas para mí sacó lo peor. Efectivamente él saco lo más bello y lo hermoso de mi, me hiso sentir feliz y a la vez estaba matando todas esas cosas buenas en mi mente. Me siento derrotado, incluso ahora mientras escribo esto y que mi dolor se ha ido diluyendo. Pienso en esas cosas buenas, en los buenos recuerdos y están manchados por el efecto de sus drogas. Se me revuelve el estomago y siento nauseas de nuevo. Mi lado oscuro se extiende como una extraña sombra. En verdad que nunca he sentido odio por nadie y ahora no puedo evitarlo. Trato de asumir mi responsabilidad en esto. Que yo fui quien se deslumbró, vi cosas buenas en quien no las tenía, y eso lo hice yo no él y sin embargo...
Y sin embargo la única esperanza fue la mía. Una oleada de asco me llega de nuevo y un dolor en mi pecho me muestra que donde había un buen recuerdo se queda un agujero negro que lo devora todo.
Ahora no quiero nada de lo que algún día me dio. Quiero destrozarlo todo con mis manos, desgarrar cada cosa con mis puños. Quiero verlo para golpearlo hasta sacar la dolorosa decepción. Que mi dolor se funda con su sangre y se sequen mis recuerdos junto con mis lágrimas.
Ame a quien no se lo merecía y lo peor fue darme cuenta de ello. Tengo roto el corazón y el orgullo, un hastío hacia a mí por amar a quien no lo merecía.
Esas cosas que todo mundo dice cuando es el momento preciso me lastiman por que me muestran una realidad y es duro afrontarla.
Siempre me considere una persona tranquila, un hombre de paz y de razón y ahora lidio con mi lado oscuro y vengativo.
Que lista es la vida de no ponerle frente a mí en este momento, que desgracia a la vez.
No sé por que estoy escribiendo esto si por meses he evitado hacerlo sobre mi ruptura. De alguna forma es mi forma pacifista de sacar la mierda de mi interior.
Ya no quiero estar enfermo de un drogadicto en mi corazón. Quiero solo estar bien para mí.
Aun pese a todo no me arrepiento de todo esto, por que sin querer me hace más duro y más recio en mis ideas. Espero ya no tener bajar a la mierda por nadie.







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